Qui tradueix?

Si hagués de descriure'l al meu estil, la cosa seria:

Español, mañico pero con el corazón en Barcelona. Me gusta el futbol, bueno, me gusta el Real Madrid. Fan del motociclismo y los huevos hechos al microondas. Humilde y simpático a la par. Odio el tabaco y el separatismo. Llevo cinco años estudiando arquitectura, y tampoco me gusta. Me quejo mucho pero sé escuchar. Conduzco muy bien y me creo que tengo habilidad para los idiomas. No me gusta el romanticismo y tengo una lista de requisitos interminables para las chicas. Mi mayor aspiración es ser rico y pasarme la vida viajando. Si no voy al gimnasio me pongo de mala leche. Oigo música catalana en secreto y lavo los platos escuchando a unos mafiosos suecos. Soy el principal consumidor de avena del mundo y me encanta ser el nuevo traductor-dietista de Anna.

Jo tremolava d’alegria per la notícia i amb poca bateria al mòbil intentava trucar al meu germà. Algú em va dir: el que va a Porto Alegre és aquell noi. Vaig anar corrents, ell parlava per telèfon, ens vam abraçar, no sabia ni el seu nom i em vaig oblidar de la cara minuts després.

Em van dir: El noi que va a Porto Alegre es diu Paco i és de Zaragoza. I un dia, va aparèixer a l’ordinador de davant de la classe d’Estructures. Facebook i unes quantes fotos patriotes em van espantar. Mare meva quin perill!  

Una gran lliçó de prejudicis fa que avui, tingui aquí un crack com a company. Nadie se lleva mal conmigo, diu ell. I les diferències que tenim són grans, però no impedeixen que les seves mirades em tranquil·litzin. Tenir aquí una petita família fa l’experiència més especial.

Yo temblaba de alegría por la noticia y con poca batería en el móvil intentaba llamar a mi hermano. Alguien me dijo: el que va a Porto Alegre es ese chico. Fui corriendo, él hablaba por teléfono, nos abrazamos, no sabía ni su nombre y me olvidé de su cara minutos después.

Me dijeron: El chico que va a Porto Alegre se llama Paco y es de Zaragoza. Y un día, apareció en el ordenador de en frente de la clase de Estructuras. Facebook y unas cuantas fotos patriotas me asustaron. Madre mía que peligro.

Una gran lección de prejuicios hace que hoy, tengo aquí un crack como compañero. Nadie se lleva mal conmigo, dice él. Y las diferencias que tenemos son grandes, pero no impiden que sus miradas me tranquilicen. Tener aquí una pequeña familia hace la experiencia más especial.

Si yo tuviera que describirlo a mi estilo, la cosa sería: